Cuando llegan las altas temperaturas todos tenemos la necesidad de buscar una sombra. Por eso, los toldos se convierten en nuestros mejores compañeros al llegar el verano. En nuestra fábrica de toldos en Madrid sabemos que su instalación es fundamental para que el calor no resulte tan sofocante mientras estamos descansando. Pero lo que pocas personas saben, es que elegir la tonalidad correcta, más allá de la estética, es fundamental para sufrir más o menos bochorno.
Colores para el toldo
Cuando se buscan toldos que sean capaces de absorber el calor, hay que tener en cuenta ciertos aspectos que se encuentran relaciones con la tela con la que se han confeccionado, así como con su tonalidad. Los colores oscuros absorben mayor cantidad de calor y lo liberan también de una forma más rápida. Es decir, un tono oscuro va a ofrecer una protección más alta a la hora de combatir los rayos solares.
Por otro lado, los tonos fríos van a crear una sensación mayor de frescor, mientras que los cálidos van a aumentar las de calor. Si se necesita cubrir una zona que tiene una cantidad grande del sol durante la mayor parte del día, lo mejor será escoger un color intenso y fresco. El azul marino es ideal. En cambio, si el área es menos soleada, se puede elegir una tonalidad algo más clara. En las zonas en las que hay una mezcla de horas de sol y horas de sombra, es interesante escoger el color negro para los toldos.